Las caminatas pueden ayudar a aliviar y regular la energía extra que un perro puede tener. Al caminar tu compañero se calma y reduce cualquier hiperactividad e incluso la excitación y ansiedad de no convivir contigo.  Una caminata puede ayudar a que tu perro e sienta más relajado y con sueño, por lo que pasará mejores noches en tu compañia.

El ejercicio físico es necesario para cuidar el cuerpo y la mente de cualquier persona, y los perros no son la excepción. Contrariamente, si un perro no sale a pasear fácilmente puede empezar a subir de peso de forma desmesurada, pues comerá más de lo necesario debido a la ansiedad o al aburrimiento y no quemará las calorías extras, lo que le llevará muy probablemente a caer en riesgo de adquirir todos aquellos problemas de salud derivados de la obesidad.

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